viernes, septiembre 28, 2007

jueves, septiembre 27, 2007

Un día de septiembre

Encontrar mi alma perdida,
que arroje al mar

AVALANCHA!!!

Si en realidad hay alguien que entienda cuánto importa ésto para mi, creo que de entre todas las personas sólo una podría decir cuanto, sólo con una lo compartiría al 100. Podría haber una segunda persona, pero se la pasaría diciéndome que le gusta más a él por que a mi ni me gustaban los héroes....
La verdad es que quería que fuera algo chido, por eso le dije que fuéramos a la gente que más amo, claro que ya ni me dejaron llevar a mis hermanos peques, pero todos los demás vamos y pues aunque algunos igual y ni los veo por que se van con otras personas, sé que compartimos ese sentimiento en el corazón...
Todavía creo que puede ser un gran momento y disfrutarlo al 100... Espero que todos los problemas que han surgido se alivien y que ya pueda entregarme a disfrutar la avalancha...
Tal vez sólo necesitaba un poco de catarsis literaria....
¡¡¡Ya quiero que sea 6 de octubre!!!

miércoles, septiembre 26, 2007

La sirena se descalzó (aunque suene un poco aplicable el término) Se subió el pantalón hasta las rodillas, doblándolo de a poco desde la parte baja hasta llegar a sus corvas. Caminó descalza sintiéndo los bordes de la piedra, irregular, rugosa, afilada en algunos puntos, pero eso si, siempre dolente... La sirena prestaba atención entonces al agua, tratando de descifrar sus orígenes, agarrando en vilo el resplandor del sol en las olas, respirando, por su desacostumbrada nariz, la sal que impregnaba el aire, sintiendo en sus diminutos vellos la fuerza del viento, y trémula, como quien pisa piedras descalza, intentaba perder el miedo de clavarse en el agua y recordar a la sirena que se había quedado varada en el asfalto de la ciudad....

Dichoso el cochecito

-¡Dichoso su cochecito! - Dijo la Señora delgada, delgadísima hasta los huesos. No se refería al hecho de que tuviera un carro y que ella tuviera que caminar. No se refería al hecho de que tuviera un activo como parte de mi "riqueza" Tampoco a que hiciera mucho sol y que el bendito carro nos protegiera del sol En realidad, lo que esa lánguida señora con el cabello estropeado, un rosario azul en el cuello y la camisa regada de refresco recién vertido quería decir, era que el carro era dichoso, por que nos ofrecía ese lugar preciado en el que podía poner mis piernas a orcajadas sobre las tuyas, rozar mi pecho en el tuyo y besarte con un poco de desenfreno y con la pasión de tres días de antojo, justo a las 2 de la tarde con 40 minutos... Dichoso el cochecito donde estábamos.... Lo único que no sabía era que el carro no tenía aire acondicionado (clima en jarocho)

sábado, septiembre 22, 2007

Que bonito lugar... Un pedacito de cielo

viernes, septiembre 21, 2007

Familia

San Juan de Ulúa. Veracruz

jueves, septiembre 20, 2007

Veracruz...

Tal vez el pobre Santiago habíase ensimismado en el éxito, en juntarse sólo con ganadores (por aquello de que el que con perdedores se junta....) tal vez se comparaba tanto con los demás, pensaba tanto en lo que era que no encontraba con quién más estar. Pobre Santiago, pensaba que era único en su lugar de trabajo, que era la última cocacola del desierto, que no tenía par ... Ve tu a saber si tenía razón, sólo podemos decir que no estaba contento. Primero, por que el pensar que él siempre tenía la razón no dejaba avanzar, pues cada vez que se sentía que alguien no hacía su chamba y tenía que ver con él, no dejaba de presionarlo hasta que saliera (visión corporativa de alguien eficaz y líder que logra que los demás hagan lo que tiene que hacer) ¿y que si no lo hacen? ellos al final van a comerse un jocho saliendo a su hora de salida mientras Santiago se queda arreglando el mundo... Ay Santiago, Santiagüito que quieres cambiar al mundo, que quieres que los flojos no sean flojos, que quieres ser como Pérez te enseñó, a ser la punta de lanza, a cambiar el mundo, a tu paisito tercermundista, que crees que una gota de lluvia hace que la nube se desprenda y caiga agua sobre el sembrador desconsolado..... pobre Santigagüito.... ¿Hasta dónde podías, Santiago, realmente hacer? ¿Hasta dónde, aparte de que a todos les cayeras de la madre, cambiabas algo a tu alrededor? ¿quién demonios te piensas que eres? ¿cómo se te ocurre ponerte de parámetro, Santiago, si no todos estudiaron en UCLA, si no todos saben dos idiomas como tú, si la mayoría no sabe ni escribir bien el español...? Ay Santiago, Santiagüito, ya ni la chingas....

Me llamo rojo

Leído de principio a fin, sin que pudiera dejarlo de lado, es un libro que definitivamente quería incluir en mi blog por ser descriptivo y bello y por contarme algo que no sabía, por introducirme en un mundo que he visto, pero en el que no he pensado, uno que no he desmenuzado por la cavidad de mis ojos entre las líneas del libro....

Me gustó. Tal vez no tanto como para subirlo a mi pedestal de los 5, pero sí para comentarlo, para recomendarlo....

viernes, septiembre 14, 2007

Antaño

lunes, septiembre 10, 2007

Mediocridad

Alguna vez, cuando estaba en la secundaria, en verdad pensaba que yo no era mejor que mis compañeros. Ellos me buscaban contínuamente para estudiar matemáticas o alguna otra materia. Yo pensaba que ellos simplemente no ponían atención a las cosas que hacían y que por eso no entendían las cosas que nos explicaban.
Cuando lo hablé con algunas personas adultas, me insistían en que no todos eran iguales, que algunas personas simplemente les costaba más trabajo aprender, comprender lo que pasaba, etc.
Para mi siempre fue atención, poner atención, dedicarle la clase a la clase....
Alguna otra vez alguien me dijo que la alimentación que tenemos desde niños impacta significativamente nuestra capacidad para aprender, hasta la alimentación que tuvo nuestra madre desde que nos estamos gestando.... ¿podría hacer esto una gran diferencia?
En realidad nunca me sentí especial para hacer algo, siempre consideré que era la costancia y la dedicación a las cosas, la actitud que le imprimíamos a las cosas las que nos hace sobresalir, pensaba que la mayoría se conformaba con poco y que por ello tenían poco.
¿Por qué no puedo pedirle a la gente que trabaja conmigo que haga lo que yo hago? que tenga la misma actitud... sé que no todos somos iguales, que no todos sabemos lo mismo, que no tenemos ni la misma preparación, ni los mismos principios, etc... pero SI podemos tener la misma actitud....
¿!¡!¡!¿Cómo puede alguien de mi departamento escribir con pinches faltas de ortografía?!?!?!?!
Honestamente no me molesta que lo hagan, me molesta que no tengan la pinche delicadeza de ponerle una revisión ortográfica al pinche word, al mail....
¿Qué se supone que debería de hacer? leer como si nada, como si fuera un mail escrito por alguien que va a la primaria y decir, -¡ah! es un pendejo, pero yo no soy pendeja, lo bueno.....-
De verdad que no es la falta de saber, ¡Puta! a mi me falta tanto por saber, digo tantas pinches majaderías y soy una persona tan pinche inacabada, incompleta... pero no mediocre....
Tal vez en verdad es que no todos estamos hechos de lo mismo.....
¡¡¡No soy pedante ni prepotente, lo único que pido es 30 segundos para revisar las pendejadas que escribiste!!!

sábado, septiembre 01, 2007

Confesiones

Quisiera contarte quedito, bajito, con la voz que protege la penumbra que me envuelve, que te cubre por encima de las sábanas blancas, que te admiro, que colecciono estampas de tus letras y las voy pegando en las paredes de mi cuarto que de a poco, va quedándose sin espacio, confesarte que me gusta ese colgajo que traes en el cuello, que eres como el maestro al que me hacerco para que me diga que acercar no va con "h", que los vellos de tus brazos me hacen cosquillas, y que me gusta el hilo azul que sale de tus labios cuando hablas, la magia que le imprimes a tus letras.....
y envolverme entonces con el hálito de tu sábana...
Yo en tu cama, tenía ganas de morir,
y moría...
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