Mole Poblano
La receta empieza enumerando los ingredientes: 500 gramos de chile pasilla, chile mulato, chile ancho... ¿Pero que no el mulato es igual que el ancho? -No- dijo Carmen. - El chile mulato es más pequeño- y me enseñó la diferencia mostrandome dos chiles.Así fue colocando los ingredientes, friéndolos según lo que rezaba la receta y agregando y quitando un poco según le fueran diciendo los dioses al oído.
Mientras íbamos preparando los siguientes ingredientes a procesar, se podían percibir en el aire a todos y cada uno de los dioses que Carmen iba despertando... se movían por el aire que salía de las ollas y sartenes burbujeantes y entraban por la nariz de todas las personas presentes, ajenas y propias, al ritual que se estaba realizando.
Así se nos presentaban, con sus olores, penetrando la intimidad de nuestras fosas nasales y almas... despertando en cada uno de ellos los deseos de adentrarse y conocerlos un poco más, de venerarlos mediante el ritual de invocación al preparar los alimentos... rendir tributo en cada minuto de preparación, poner un poco de ella para que los dioses hablaran a los comensales por medio de los alimentos hablando para todos los sentidos: al olfato al servir el plato y penetrar en su alma mediante el aire; a la vista, con los colores contrastantes del mantel y el coqueto ajonjolí rociado sobre la pieza de pollo bañanda en mole; al gusto, al sentir como se funden los sabores en tu lengua y tu saliva no deja de fluir para arrastarlos a tu vientre; al tacto, pues es imposbile no mancharte los dedos de la sustancia cafesosa que llevabas a tu boca y por su puesto al oído al escuchar todas las exclamaciones de placer en el que cada comensal le respondía con alabanzas a los dioses.
posted by Marycarmen Aparicio at 6:07 p.m.
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