La subasta

¡Comienza la subasta!
Hay un software especial que muestra en vivo las ofertas. Se invita a los gerentes más importantes. La pantalla muestra las propuestas de las compañías y tienen una hora para mostrar su mejor oferta, cada uno lo va posteando y se grafica en colores llamativos cada proveedor. Todos comentan sobre la oferta, se emocionan al ver los ahorros, 300,000 pesos al año, 25%, 30% ¡que bien lo hacen los proveedores!
De pronto alguien comenta sobre el tiempo que estaremos realizando éste ejercicio, ¿por qué 60 minutos? 30 minutos deberían ser suficientes. Aunque al minuto recapacita: -si vemos que la puja es fuerte la extenderemos-.

Todos callan para ver si los proveedores hacen una nueva. Expectativa y silencio.

De pronto alguien pregunta ¿tenemos que quedarnos con la compañía que de la mejor oferta?

Explicación de supuestos, Retorno de inversión, discusión de la industria... Y la pantalla sigue mostrando graficas en movimiento.

Nadie ha comentado nada sobre las personas a las que afectará esta decisión. Del salario paupérrimo que se logra através de éste ahorro, de las personas que se van a despedir.

Casi se ha completado el tiempo y la subasta marca al ganador. La adrenalina se siente en el aire y la ambición del ahorro es casi orgásmica.

Se cierra la subasta y tenemos un ganador.

¿En realidad es un ganador o son muchos perdedores?