Otra vez...

Atrapada en éstas 4 paredes de éste cuarto gris que hoy se llama alma. Supurando veneno por mi herida. La toco con mis dedos como queriéndo cerrarla a la fuerza y ésta que se vuelve a abrir... la hinchazón... los gusanos que se han adherido en los bordes...

Otra vez, cojeando con el alma rota, pedazos negros se me salen por la boca, trozos de vidrio que cortan mis comisuras, mi lengua... las letras no se articulan ya...

Nuevamente debatiéndome entre sentarme a llorar mi pena y levantarme dejándo de sentir conmiseración por mi misma... ¿cómo es que llegué aquí otra vez?... ¿cómo es que he ignorado todas mis experiencias pasadas, cómo es que adivinando la boca del lobo volví a irme por el camino corto?

No hay flores en la cañada.

Tampoco hay colores en la masa gris que tengo dentro de mi. Es algo atrayente y cegador como la nada de Ende que ha de convertir mis ilusiones en mentiras.... ¿o será que siempre fueron mentiras mis ilusiones?

Se me escurre el veneno y petrifica mis pies. Los veo, los siento tan pesados que pienso que no puedo dar un paso más... no puedo reconocer el camino que deviene delante y tampoco puedo dar el paso... como memoria de elefante, otra mentira me impide mover el grillete... ¿es nuevamente ilusión o es mentira también? ¿será mejor que al borde del avismo las piernas pesen para no poder dar el paso?