miércoles, septiembre 26, 2007

Dichoso el cochecito

-¡Dichoso su cochecito! - Dijo la Señora delgada, delgadísima hasta los huesos. No se refería al hecho de que tuviera un carro y que ella tuviera que caminar. No se refería al hecho de que tuviera un activo como parte de mi "riqueza" Tampoco a que hiciera mucho sol y que el bendito carro nos protegiera del sol En realidad, lo que esa lánguida señora con el cabello estropeado, un rosario azul en el cuello y la camisa regada de refresco recién vertido quería decir, era que el carro era dichoso, por que nos ofrecía ese lugar preciado en el que podía poner mis piernas a orcajadas sobre las tuyas, rozar mi pecho en el tuyo y besarte con un poco de desenfreno y con la pasión de tres días de antojo, justo a las 2 de la tarde con 40 minutos... Dichoso el cochecito donde estábamos.... Lo único que no sabía era que el carro no tenía aire acondicionado (clima en jarocho)
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Mexico License.