Oximorón

El vértigo te invita a saltar, a entregarte a la corriente, a esa inmensa masa de agua cayendo cientos de metros...

al vacío...

Me ciego ante el atronador sonido, me ensordezco ante el maravilloso despliegue de colores del cielo y me muero entre la espuma que cae a borbotones para revivir subiendo en bruma, en nube...

 ¿He muerto o he nacido?

Cómo saberlo, si vivir es una sucesión intermitente de muertes y renacimientos y la muerte es el principio que ha tomado el final como un pretexto. No encuentro diferencia entre el tono de mi piel y la roca, entre la textura de mis pensamientos y la bruma. Casi siento como la luz del sol acaricia alternativamente la superficie del agua que esta a punto de caer y cómo lame de a poco mi piel, enardeciéndola, cayendo ya, muriendo, naciendo,

                                                                             inmolándose...