En casa una vez más
En casa una vez más.
En la cocina una olla cruje, dentro la comida hirviendo. Un
olor a jitomate con cebolla frita y un toque de ajo llena el ambiente y abre el
apetito. Afuera ha empezado a oscurecer, es invierno y el sol corre pronto a
esconderse sin importarle que yo esté aquí una vez más.
La voz de la Guerra llena el ambiente y promete ser de todo
y me trae a la memoria promesas hechas ya hace tiempo, donde yo no conocía a la
Guerra y ella no había escrito esta canción.
Prometo ser el cielo azul, la calle sola, el fresco aire de abril…
Donde yo volvía del otro lado del mar y tu estabas en la
tierra en la que yo estoy esta tarde esperando que el sazón sea el justo para
sentarme a comer.
Te cuidaré, era el
papel de aquél que iba a trabajar por los dos mientras el otro escribía. Te cuidaré era el papel del otro que
preparaba los alimentos mientras el otro trabajaba, haciéndose un huequito para
cocinar entre los toques de las teclas de la máquina de escribir y los bultos
de papel carta apilados aquí y allá. Y de papel también era el barco ¿o era avión?
Que juntaría al uno y al otro en aquél manicomio junto al mar, en aquél
Veracruz que me engendró -como a ti Canadá- donde no era invierno y no hacía
frío como esta tarde donde el único calor que le llega a mi piel viene de la
olla que se calienta en la hornilla.
Miss you.
1 Comments:
¿que hay para comer?
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