jueves, febrero 18, 2010

El tacto de la piel es frío, pero adentro pareciera que en vez de sangre llevaras el agua de un río que arrastra hielo. A pesar de la corriente se siente un gran vacío. No recuerdas con claridad, no sabes qué es lo que ha pasado ni las coordenadas de los recuerdos sin contaminar, de los recuerdos que contienen la verdad ¿existirán después de tantos años? ¿existirá aquello que quiero encontrar? ¿por qué quiero encontrarlo? El río sigue su flujo boca abajo y cristaliza bajo mis pies, congela mis pasos y ya no sé si no puedo o no quiero seguir avanzando. Mi mirada se pierde en un horizonte enegrecido y numinoso, la pátina del tiempo lo ha cubierto todo. Mil preguntas se arrastran en ese mismo torrente de agua helada y el torrente choca contra las paredes de todo mi cuerpo, no hay ni un resquicio que no sienta la humedad, lo helado de su murmullo. ¿Recordar o sólo crear recuerdos? Quedarse con la duda eterna que quema con el frío del hielo, que traspasa la piel hasta hacerla sangrar y desangra en su torrente.
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Mexico License.