Cuando trato de callar las voces, grito.
Cuando grito no escucho ya ni si quiera mi voz.
Trato de callarlas por que todas opinan, por que todas divergen, por que todas me dicen lo que tengo que hacer. Yo inicié el diálogo pero ya no lo quiero continuar. No puedo escuchar ni siquiera mi propia voz... ni siquiera el rumor de mis pensamientos. Necesito Silencio, pero tampoco lo encuentro.
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