lunes, septiembre 22, 2008

Saturar el día de chivas para pensar

Si tuviéramos que saturar el día de chivas para pensar, definitivamente incluiríamos los siguientes:
  1. Algo que apender (ya sea estudiar, leer, investigar, caminar por la calle del lugar en el que uno está y fijarse un poco más allá de los escaparates, tal vez buscar palabras rebuscadas en el diccionario, uno nunca sabe)
  2. Escuchar musiquita. Tal vez un poco de rock, algo de salsa, un buen danzón y por supuesto, aunque sea una rolita de Bunbury ("que no te falte esa canción que repare tu corazón")
  3. Algo que ordenar. Siempre ayuda el ponerse a arreglar la ropa, lavarla o ya si es mucha la urgencia, hasta planchar. Total, el quehacer (o quihacer) nunca se acaba
  4. Algo que plasmar. A veces dibujar, a veces construir una pequeña cosa elaborada con las manos (hasta papiroflexia si ya no se encuentran otras técnicas).... A veces, y si la pluma tiene don (pero sobretodo disposición), escribir (la más maravillosa, en mi gusto)
  5. Alguien con quién pelearse. Siempre puedes encontrar a alguien a quien hacérsela de tos en las afueras de un mercado, con las calles sucias y el pronóstico de una tormenta en los cielos...
  6. Alguien en quien pensar. Aunque probablemente esto es justamente por lo que queremos llenarnos de chivas el día.

Ya si ninguna de las anteriores funciona, siempre ayudará el escribirle una carta larga y tendida a esa ingrata amiga que nunca contestó desde el puerto de Veracruz, pero que muy probablemente lo haga desde el bendecido San Luis.

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