¿Untaste tus labios de toloache esa noche que me besaste? Sólo sentí un sabor amalgamado: amargo con un poco de ají, un poco de canela... No sé si era toloache, pero algo me habrás dado que te cuelas en mis sueños y en mi realidad actual. Ésta vez tu eras un coordinador de seguridad, encargado de una de las plantas a las que voy a auditar. El sitio estaba en Canadá y al cruzar los patios la nieve crujía bajo mis botas... Tú estábas abrigadísimo diciendo que extrañabas mucho México con tu tabla de trabajo en las manos, diciéndome que todo estaba por la calle de la amargura y que los resultados de la auditoría iban a ser muy malos. Sonreías, sacabas baho por la boca y tenías la nariz roja. Me preguntabas si todo esto de andar viajando me gustaba y yo no paraba de sonreirte... Subíamos una escalera y había un alacrán y yo me ponía como loca y tu te reías de mi....

¿Alacranes en la nieve?