martes, julio 01, 2008

Sin nada ya qué decirte más que tal vez sólo reclamos y sólo reproches, cancelé nuestra cita de mañana. Era muy simple: Yo iba a intentar que vieras en mis ojos lo que siempre viste, que mi mirada deshiciera tu infranqueable (a la distancia) pared. Iba a convencerte de lo que tenías dentro, iba a pedirte que te quedaras para siempre conmigo.... Pero ¿para qué? si lo que uno tiene dentro debe ser escuchado por uno mismo, y no mediante la voz de alguien más.... Para qué ya, si el mismo tiempo que me tomó enamorarme de ti, te tomó deshacerlo.... Para qué si una vez que se rompe ya no se puede pegar... La ruptura siempre duele, siempre es amarga y siempre te queda como cicatriz en la piel, profunda y dolorosa al principio y después, sólo marcada e indeleble... Me duele que me fui enamorada de ti, y que nunca regresé... Me duele éste dolor de saberte lejano y frío... de no saberte... de no tocarte... de ya no tenerte... Me duele no saber en dónde quedó todo, a dónde se fue todo...
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Mexico License.