Y se detuvo en las escaleras alargando el brazo para no dejarlo pasar, era obvio que quería algo, ¿qué podría querer una mujer con el cuello descubierto y un brazo de barricada en las escaleras?
Él podría pensar muchas cosas. Tal vez tendría comezón, tal vez quería enseñarle su tatuaje de corazón, tal vez sólo estaba descubierto por que no traía cuello de tortuga...
En fín, el entendió, que quede bien claro, lo que quiso, se acercó y le lamió el cuello, ahí, en plena escalera, tan cerca de su tatuaje como de su alma...
Ella sólo sintió una corriente eléctrica recorriendo el brazo-barricada...
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