Dejándola ir
El agua calmada pasa entre los postigos. No la quiero dejar ir, pero me doy cuenta de que soy solamente un par de palos deteniendo un puente.... que el agua gentilmente pasa lamiéndome la piel... Altiva y a la vez plácida, colándose suavemente por mis comisuras, pasa sabiendo que tal vez en mucho tiempo no retornará a mi....
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