jueves, marzo 22, 2007

Camembert y Sanzón

-¿Me huele la boca? Preguntó Camembert a Sanzón. Él le explicó claramente la ruta del autobús Miguel Alemán. - Da muchas vueltas- dijo sin sonreir pero con tono amable. Creo que quiere decir que me huele a queso. Pensó Camembert. -Sigue hasta llegar a Plaza Américas, es una ruta muy completa- Camembert mantenía la boca cerrada, embebida con el cabello de Sanzón. Era un poco más largo que el de ella. Tenía un corte de mujer. Camembert pensó en pregunarle a Sanzón si quería ser niña y por eso se dejaba el pello largo. Sanzón seguía explicándole la ruta, así que ella cerró la boca, para evitar que el queso saliera. Sanzón dejó de explicar y sin más tema de conversación se volteó hacia adelante cuando Camembert le dió las gracias por la explicación. Camembert seguía embebida en el pelo de Sanzón; por unos momentos pensaba, divertida, que eran serpientes y que él no era Sanzón, que era Medusa. De pronto sus pensamientos de serpientes fueron interrumpidos por que Sanzón se levantó del asiento delantero. Camembert permaneció sentada y, naturalmente, su mirada se desvió hacia la espalda baja de Sanzón. Él se bajó del autobús en Plaza Américas. Camembert estaba ida en sus ideas de mechones y de corvas cuando el chofer del autobús le pidió que se bajara por que "iba para el diesel" Camembert se bajó y alcanzó a ver a Sanzón alejarse hacia una de las entradas de la Plaza. No le quitó la mirada de encima y, como sintiendo su mirada, Sanzón volteó, como recordando que no contestó realmene la pregunta original. -¡A queso! -gritó Sanzón desde la puerta -¡Te huele a queso!- Camembert sonrió, apretando un poco los labios.
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Mexico License.